Este truco es muy fácil de aplicar para la limpieza
de ese polvo negruzco que se queda pegado en las flores tanto de tela
como de plástico y que no puedes eliminar porque está superadherido
en cada esquinita y pliegue de las flores.
NECESITAS: un recipiente, agua caliente suficiente para cubrir las flores y
unos 100 ml. de amoníaco o vinagre.
En un cubo, palangana o en el mismo fregadero, hechas agua muy caliente
(del mismo termo o calentador) y viertes el amoníaco o vinagre.
Coges las flores y las metes y sacas varias veces de la mezcla.
Las dejas escurrir y una vez secas, listas para adornar ese
sitio que tanto te gusta.
Verás con qué facilidad se desprende ese polvo tan pegado y
como el agua se va poniendo oscura.
(Y piensas ¿cómo se ha podido acumular tanta suciedad?).
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